Las lágrimas de Sánchez meten en un embrollo a su mujer y a su asesora de imagen
La emoción del exlíder del PSOE durante su comparecencia está siendo lo más comentado y ha dado lugar a un debate: ¿Esas lágrimas eran reales o parte de una puesta en escena peliculera?
La emoción que embargó a Pedro Sánchez durante varios momentos de su comparecencia para anunciar la renuncia a su escaño está siendo a esta hora uno de los asuntos más comentados. Y lo más reproducido por los medios de comunicación, con diferencia.
¿Eran reales las lágrimas que se le escaparon al exsecretario general del PSOE o respondían a una puesta en escena perfectamente diseñada y un tanto peliculera? Hay opiniones para ambos gustos.
En cualquier caso no es la primera vez que a Sánchez se le acusa de pecar de exceso de teatralización. A este respecto siempre han estado en el punto de mira su hasta ahora directora de Comunicación, Verónica Fumanal, responsable entre otras cosas de aquella enorme bandera de España ante la que Sánchez estrenó su candidatura a la Presidencia del Gobierno en junio de 2015; y su mujer, Begoña Gómez, que en la última campaña electoral incluso quiso protagonizar un mitin con su marido. Aunque sus asesores lo evitaron, como desveló entonces en un artículo el director de ESdiario, Antonio Martín Beaumont.
Sánchez nunca ha dejado nada para la improvisación ante la prensa, de ahí que haya dudas sobre si su sentimiento era sincero o se ha tratado de un truco para dar más fuerza a su llamamiento a la militancia y su exigencia a la gestora de que el lunes sin más dilación ponga fecha al Congreso del que ha de salir el futuro secretario general del partido.
Habrá que ver si este domingo en Salvados vuelve a emocionarse ante Jordi Évole. Por lo pronto el periodista ha alimentado en Twitter la gran expectación que hay