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Rajoy alerta al PP de un final de curso con maniobras sucias en su contra

Lo sucedido esta semana con la decisión de la Audiencia Nacional de negarle la opción de declarar por videoconferencia no será, cree el presidente, lo último que le ocurra de aquí a julio.

Rajoy, este miércoles en La Moncloa, saliendo a recibir al primer ministro de India.

Publicado por
Charo Zarzalejos

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El Congreso aprobó finalmente este miércoles los primeros Presupuestos Generales del Estado del Gobierno en minoría de Mariano Rajoy, que pasarán a tramitarse a partir de ahora en el Senado, donde los populares sí cuentan con una cómoda mayoría absoluta.

Pero ni esta aprobación de las cuentas públicas, ni los buenos datos del paro conocidos este viernes, ni la espectacular reducción del déficit, ni los buenos datos de recaudación, van a librar al PP de vivir, casi de inmediato, jornadas que no dudan en calificar de "horribilis".

Ante estas jornadas, jalonadas por la comparecencia de Mariano Rajoy en la comisión de investigación sobre la financiación del PP, y por su posterior comparecencia "in situ" en calidad de testigo en la primera etapa de la trama Gurtel, ha sido el propio presidente del Gobierno el que ha hecho llegar a los suyos una consigna taxativa: "Aguantar y aguantar lo que venga".

Tanto en La Moncloa como en Génova se tiene la certeza de que en las próximas semanas "estaremos en todas las portadas" asegurando que "se están dando todos los ingredientes para pensar que se está a la caza de Rajoy".

Comisión Bárcenas y Audiencia Nacional: Génova se prepara para una cacería contra Rajoy

La decisión del tribunal citando a Rajoy a que declare "in situ" el próximo 26 de julio ha caído como una bomba. "No hay precedentes de una decisión de este tipo. No acabamos de entender -se indica desde Génova- cuál es el problema de fondo para que, tal y como prevé el propio ordenamiento jurídico vigente el presidente no pueda declarar como han declarado tantos otros. No vemos dónde encuentran dificultad para buscar la verdad, que es de lo que se trata, el que el presidente declare desde La Moncloa o desde el Congreso, pero ahí nos quedamos porque la crítica inmediata es que el PP no respeta la división de poderes".

Aunque la procesión pueda ir por dentro, Mariano Rajoy no ha querido entrar en polémica alguna. "Iré donde me digan los jueces". Esta y no otra va a ser su posición lo que no implica ni aplaca la sorpresa y enfado de su partido. En Génova se advierte de que "a Rajoy no hay por donde cogerle. Cuando este hombre se pone las pilas no pueden con él".

La dirección del PP tiene la convicción de que Rajoy "se va a poner las pilas" tanto en la comisión parlamentaria sobre la financiación como ante la propia Audiencia Nacional ante la que "se va a comportar como un ciudadano ejemplar".

Con todo, existe un punto de preocupación en la medida que "habrá y se buscarán imágenes destinadas a procurar el mayor desgaste posible, pero sí tenemos datos suficientes para saber que tanto los militantes como los votantes saben perfectamente de qué va esta historia y quien no vea, al margen del hecho de que tenga que ir a declarar personalmente, que hay un clarísimo afán de cargarse a Rajoy es que no quiere verlo. Para nosotros es algo evidente".

El presidente del Gobierno ha trasladado a los suyos un mensaje de tranquilidad. Les ha hecho saber que afrontará la situación con "serenidad" anteponiendo a cualquier otra circunstancia "el mantenimiento de las medidas que están permitiendo el crecimiento, la creación de empleo y la mejora de los servicios públicos", recordándoles que en los actuales momentos, el PP "es el único referente de serenidad" y admitiendo que si bien no pueden "sacar pecho" en lo que a casos de corrupción se refiere, si pueden estar orgullosos de la labor realizada "ante la mayor crisis económica que ha tenido España y eso los españoles lo saben".

Puigdemont y la "incógnita" Sánchez

De todos los acontecimientos ya señalados en el calendario más inmediato, el que menos preocupación genera es la moción de censura planteada por Podemos pese a que dan por hecho que "aunque el examinado debería ser Pablo Iglesias, desde la oposición y sobre todo desde el PSOE se aprovechará la circunstancia para censurar a Rajoy pero sin moción".

Lo que no saben los populares es el grado de censura de los socialistas porque "lo que no sabemos es si Sánchez ha forzado mucho el discurso durante las primarias y eso se va a moderar o, por el contrario, va a buscar afianzarse dando sin piedad a Rajoy. Nada de lo que tenemos por delante es agradable, pero es lo que hay".

La gran incógnita para el PP es la actitud con la que Pedro Sánchez regresará a la primera línea política

Será en este contexto "nada cómodo" en el que si Carles Puigdemont cumple con las exigencias de CUP y plantea fecha y pregunta para un referéndum "que no se va a celebrar", en el que Rajoy deberá tomar decisiones que algunos ya se atreven a calificar como de "antipáticas".

Sin embargo, desde el Ejecutivo se advierte que "no va a haber un solo paso en falso". "Buscan la provocación que es tanto como no conocer a Rajoy porque no va a caer en ella por mucho que se empeñen. El Estado es mucho Estado y se puede jugar con un Gobierno, debilitarle, pero el Gobierno no es el Estado y con el Estado no hay quien juegue".

¿Desafío Puigdemont?: "Todos los escenarios están contemplados y estudiados"

El escenario que el Gobierno prevé como más posible es que, efectivamente, Puigdemont convoque el citado referéndum, "pero estamos preparados porque todos los escenarios están contemplados y estudiados".

Antes de dar un paso, bien la vicepresidenta, bien el propio presidente, informarán puntualmente tanto a Ciudadanos como al PSOE. Eso ocurrió antes de la reciente comparecencia de Soraya Sáenz de Santamaría, que informó a los partidos citados del contenido de su intervención.

En este punto, el Gobierno considera que cuantas más voluntades se encuentren, mejor, pero "aunque sea en solitario, el Gobierno actuará como debe actuar en defensa del Estado y de la soberanía nacional".

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