Sánchez tapó ilegalmente los gastos de su mujer y ahora le obligan a enseñarlos
INVESTIGACIÓN. Los viajes de Begoña Gómez no son "secreto de Estado" y Pedro Sánchez tendrá que dar cuenta de ellos por imposición legal a instancias de la investigación de ESdiario.
La artimaña de Pedro Sánchez para esconder los gastos de los viajes de su mujer, Begoña Gómez, se ha derrumbado con estrépito. Ni son "secreto de Estado", como los clasificó para taparlos con una trampa legal sustentada en una ley rubricada en su día por Franco; ni pertenecen al ámbito privado.
Una contundente resolución del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) a instancias de ESdiario obliga a La Moncloa a desvelar sin dilación todos los detalles de la presencia de la esposa de Sánchez en la comitiva oficial del presidente en su viaje a Estados Unidos, en la que se la incluyó sin previo aviso y con agenda propia apenas unas semanas después de ser nombrada alto directivo del Instituto de Empresa, una entidad privada.
El fallo del Consejo, organismo creado para velar por la transparencia de las Administraciones Públicas y garantizar el derecho a saber de los ciudadanos en España, es un varapalo legal y político a la estrategia de Sánchez de no dar explicaciones de sus propios viajes ni de los de su cónyuge, contradiciendo reiteradamente el mensaje que repitió antes de llegar a la Moncloa con una moción de censura y que impuso, como código ético, en el propio PSOE: dar total publicidad a las agendas de los diputados y, entre otros compromisos, prohibir el ejercicio de tareas ajenas a la política que tuvieran remuneración.
Sánchez intentó convertir los gastos de su esposa en "secreto de Estado" con una ley franquista que además no era válida para el caso
En lo primero el líder socialista ha hecho lo imposible por incumplir su propia palabra, con los desplazamientos en el Falcon o en helicóptero incluso a conciertos o fiestas familiares o la negativa a revelar sus ganancias por el célebre libro "Manual de resistencia".
Y en lo segundo, su propia esposa -que no es cargo público pero se introdujo en la expedición como si lo fuera- hace lo opuesto, al ejercer un trabajo para una empresa privada en áreas de cooperación que, curiosamente, coinciden con la agenda presidencial en Nueva York por su visita a Naciones Unidas.
El CTBG afirma por escrito que conocer los gastos no tiene que ver con el dispositivo de seguridad de Sánchez
El CGTB derriba la estrategia ocultista de Sánchez e impone a Moncloa, literalmente, hacer entrega a este periódico de todos los datos relativos a los actos incluidos en la Agenda Oficial de la visita a Estados Unidos en que “haya participado el cónyuge del Presidente”, así como el importe total de los gastos ocasionados por Begoña Gómez, "incluyendo los importes abonados por el desplazamiento a Estados Unidos, viajes internos , manutención, hospedaje, seguridad , vestuario y cualquiera otro que haya sido abonado con cargo a fondos públicos".
La resolución, que obra en poder de ESdiario, vence la triple resistencia inicial del Gobierno a actuar con transparencia: primero escondió la presencia de Gómez en la expedición, después la protegió arteramente como "materia clasificada" y finalmente se negó a atender las precisas peticiones de información de este periódico que ahora no le quedará más remedio que asumir.
De esa negativa, que la ley prohíbe, da cuenta el propio CGTB en su contundente resolución, fechada el pasado 5 de febrero, al concluir que "queda manifiestamente claro que la Administración ha incumplido su obligación legal de responder en plazo y no aporta ninguna justificación para que ello haya sido así”, además de recordar que solo cuando se ha interpuesto una reclamación es cuando el Gobierno responde, algo que es “incompatible con la Ley de Transparencia, Acceso a la Información y Buen Gobierno y con las garantías debidas en un derecho configurado con carácter amplio y escasos límites”, tal y como ha declarado el Tribunal Supremo recientemente.
Fragmento del documento oficial del CTBG que obliga a La Moncloa a desvelar todos los gastos de Begoña Gómez que había intentado clasificar como "secreto de Estado"
Además, Moncloa remitió tardíamente y a requerimiento del Consejo, una información sesgada, algo que de nuevo merece un reproche de aquel, que califica la información remitida como de incompleta e “incongruente”, además de advertir sobre un proceder ya repetido en anteriores ocasiones y consistente en la práctica habitual de este Gobierno que, si bien resuelve conceder la información solicitada, “en realidad lo que se proporciona son argumentos para, precisamente, denegar la información solicitada”.
Respecto a la presunta condición de que la información relativa al viaje de Begoña Gómez es materia clasificada, el fallo del Consejo resulta demoledor, al tirar por tierra los razonamientos empleados por el Gobierno de Sánchez, tal y como ya adelantó en exclusiva ESdiario.
Así, señala que si bien el viaje del Presidente del Gobierno devengó unos gastos con ocasión de un desplazamiento motivado por la agenda oficial del mismo, “también favoreció el desarrollo de una actividad privada tal y como es de conocimiento público y se han hecho ecos los medios de comunicación”.
No le ampara la Ley de Secretos
Este razonamiento del Consejo ya fue recogido en relación al polémico viaje en Falcon de Pedro Sánchez, y de nuevo lo aplica respecto al viaje a Estados Unidos de su mujer. Así, se niega que ella quede amparada por la aplicación de la Ley de Secretos Oficiales, lo que habría requerido un acuerdo previo del Consejo de Ministros calificándolo de materia reservada, algo que no ha ocurrido.
La consecuencia de todo ello, en relación a los actos privados que, eventualmente, hayan tenido lugar y que hayan implicado un uso de fondos públicos, es que legalmente merecen la consideración de información pública regulada por la ley, debiendo ser garantizado debidamente el derecho constitucional que permita el acceso a su conocimiento por cualquier ciudadano.
Polémico ritmo de vida
La controversia ha perseguido al matrimonio Sánchez prácticamente desde que aterrizó en La Moncloa ondeando la bandera de la regeneración y la transparencia. Su estreno en el Falcon, acudiendo a un concierto en Benicassim en pleno verano, abrió una caja de Pandora con sus caprichos y la utilización sin explicaciones de recursos públicos como telón de fondo.
El uso reiterado de helicópteros incluso para acudir a bodas, las prolongadas vacaciones navideñas entre Doñana y un palacio canario, los gastos en adaptar La Moncloa al gusto de la pareja con el célebre colchón como emblema de ello, los constantes viajes y la falta de explicaciones de todo; perfilan a una pareja dada a la buena vida y con gustos costosos cargados al erario público.
Tampoco en lo personal ha cesado la polémica: si a Sánchez le persigue el presunto plagio de su tesis, objeto de una Comisión de Investigación paralizada por las Elecciones; a Begoña Gómez lo hace su nombramiento, coincidiendo con la investidura de su marido, para un centro de cooperación creado ad hoc para ella por el Instituto de Empresa, solo días después de que asegurara que abandonaba cualquier labor privada asalariada.
Sánchez y su esposa, al llegar a un concierto en la playa tras utilizar el Falcon
"Como pierdan las elecciones, a ella le va a costar encajarlo", publicaba El Mundo este fin de semana remitiéndose a una persona cercana al matrimonio. No es de extrañar, ya que, según fuentes de Moncloa, "Begoña ha hecho uso de todos sus privilegios como segunda dama". La mujer de Pedro Sánchez se mueve en coche oficial, ha utilizado parte de la flota del Ejército del Aire para desplazamientos privados, ha pasado vacaciones en palacios y ha acompañado a su marido a cinco viajes en sus ocho meses como presidente del Gobierno", explicaba el rotativo madrileño.
De una parte de ello, la más delicada, ahora tendrá que dar detalles Pedro Sánchez, pese a haberse resistido como gato panza arriba: ha tenido que ser el CTGB quien le recuerde que la transparencia no es una opción, sino una obligación que la pareja presidencial no practica.