Murcia refuerza a Egea en plena batalla interna por el control territorial
El secretario general del PP, cuestionado tras las catalanas, da un golpe en la mesa en su tierra y amortigua el ruido interno causado por los congresos provinciales. Estos se mantiene.
Pablo Casado y Teodoro García Egea han salvado una bola de partido en Murcia con su operación relámpago para . Y, de paso, han conseguido apaciguar las voces críticas con el secretario general a lo largo y ancho de la estructura territorial. Lo que le da galones para afrontar el proceso de renovación y congresos en el que está inmerso el PP. De hecho desde la dirección nacional se apresuraron este viernes a destacar su intervención "clave" en el descarrilamiento de la moción y a proclamar: "Su papel (el de García Egea) queda reforzado. Él fue también quien pilotó las negociaciones para que los gobiernos de Andalucía etc salieran adelante".
No en vano, en la tierra del secretario general del PP se había declarado un incendio interno que amenazaba con caldear aún más la temperatura en todo el partido. Y el mercurio ya estaba de por sí alto por el proceso de congresos provinciales en el que se embarcó la dirección nacional tras el varapalo sufrido en las elecciones catalanas.
El PP de Murcia se había convertido en una bomba de relojería para el presidente del PP y sobre todo para su número dos. Primero por no olerse lo que el PSOE y Cs estaban cocinando desde tiempo atrás. Después, por no haberse adelantado a la moción de censura cuando supieron de su existencia (el martes por la noche) y convocado elecciones.
De la noche a la mañana, decenas de altos cargos (consejeros, secretarios generales, directores generales, gerentes, directores de organismos públicos...) se veían con los dos pies fuera. Y la pregunta que se repetía en todas las conversaciones entre los cuadros murcianos hasta este viernes era: "¿Por qué no convocasteis elecciones?".
Desde el miércoles el PP de Murcia era una bomba de relojería, ahora desactivada
Básicamente no lo hicieron por dos motivos. Por el auge de Vox allí (en las elecciones generales de 2019 quedó por delante del PP), no había más que ver el éxito de convocatoria de Santiago Abascal el jueves en una visita exprés; y porque Fernando López Miras no habría podido repetir como candidato. Ello en base a una reforma en la Ley Electoral de Murcia en el año 2014 por la que el presidente no puede estar más de dos legislaturas.
Fernando López Miras y su vicepresidenta, Isabel Franco, de Cs.
En un primer momento llamando a los madrileños a las urnas para elegir entre "socialismo y libertad" tapó los "errores" cometidos en Murcia. Pero tardaron poco en salir a flote nuevamente.
El ruido interno en el PP va a continuar, pero muy amortiguado por este éxito de García Egea, el general secretario. Porque la dirección nacional ha decidido mantener los congresos provinciales convocados o por convocar en las próximas semanas, sin alterar su calendario a pesar de las elecciones en la Comunidad de Madrid del día 4 de mayo.
Andalucía y Castilla y León son los dos focos de casi todas las tensiones a esta hora, con los barones Juan Manuel Moreno y Alfonso Fernández Mañueco enfrentados abiertamente a García Egea. De hecho, ni uno ni otro quieren hablar ya con el secretario general, que despacha con emisarios de ambos.
Los presidentes de Andalucía y Castilla y León no despachan con García Egea
Y en Castilla-La Mancha también se avecinan curvas. De hecho en las últimas horas ha habido movimientos en el PP castellano-manchego para intentar aplazar los cónclaves de Toledo, Guadalajara y Cuenca por las elecciones madrileñas, pero Génova los ha desautorizado. Albacete y Ciudad Real ya renovaron sus liderazgos provinciales y, como era de esperar, ganaron los candidatos de Casado.
Este sábado toca Córdoba, con la participación del secretario general en la clausura, en el que será su primer acto de partido tras lo de Murcia. Allí no habrá problema: Adolfo Molina seguirá siendo el presidente. Es, de hecho, el único candidato. Pero en Sevilla y en Málaga la lucha de poder es encarnizada. En lo que respecta a Castilla y León, en León puede haber hasta tres candidatos y en Salamanca, feudo de Fernández Mañueco, García Egea le ha declarado abiertamente la guerra al promover una candidatura alternativa a la del actual presidente y -teórico- candidato a la reelección, Javier Iglesias.
En Castilla-La Mancha también se avecinan curvas. De hecho en las últimas horas ha habido movimientos en el PP castellano-manchego para intentar aplazar los cónclaves de Toledo, Guadalajara y Cuenca, pero Génova los ha desautorizado. Albacete y Ciudad Real ya renovaron sus liderazgos provinciales y, como era de esperar, ganaron los candidatos de Casado.