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Ayuso arrasó a la izquierda en Vallecas, Galapagar y los cinturones rojos

El "tsunami azul" se llevó por delante a Iglesias, a Ciudadanos y casi a Sánchez, con demoledores datos en toda la Comunidad que entierran el discurso de la izquierda.

Isabel Díaz Ayuso, celebrando la victoria

Publicado por
Javier Rodriguez

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A las 15h del 4 de mayo, cinco horas antes de que se cerraran los colegios electorales y siete antes de que el escrutinio confirmara la abrumadora victoria del PP en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ya sabía el dato clave: iba a ganar a las "tres izquierdas juntas".

Lo supo por la información que le llegaba de los colegios electorales, desbordados por una participación similar a la de 1995, el año en que Gallardón dio la primera presidencia regional a los populares.

Era el dato clave: logrando más escaños que Gabilondo, Iglesias y García juntos, la Puerta del Sol era suya sin incluir en el Gabinete a VOX. Lo hubiera hecho si no le quedara más remedio, acostumbrada a no caer en el error de comprar los mantras de sus rivales contra la "ultraderecha". Pero no quería por dos poderosas razones.

Porque siempre se gobierna mejor solo, y el ejemplo reciente de Ciudadanos lo muestra. Y por hurtarle el gran argumento que Moncloa y Ferraz ya preparaban para las próximas Elecciones Generales: en España, ya sí, todo iba a consistir en un pulso entre Pedro Sánchez y el "fascismo", con Pablo Casado aferrado a Santiago Abascal y los moderados de Ciudadanos arrojados a la extinción.

La victoria de Ayuso, en términos aritméticos, es abrumadora: sus 64 diputados en una Asamblea con cinco partidos con representación y seis jugando a partida electoral; se asemejan a los 72 que logró Esperanza Aguirre en el cénit de su carrera, aquel 2011 que la elevó definitivamente como lideresa incluso ante Rajoy.

Pero lo es más aún en términos políticos: en un solo viaje ha echado del mapa a Iglesias; ha resquebrajado las frágiles alianzas de Sánchez para camuflar su condición de presidente con menos diputados de la historia (con uno más Rajoy repitió Elecciones) y ha avanzado decisivamente en la reunificación forzada del centroderecha sin "echarse en brazos" de VOX.

Esto, reconocen fuentes populares, "es crucial": la derecha nunca ha estado por debajo en votos de la izquierda, pero su fractura y los pactos del PSOE hasta con Bildu traducían mal en escaños el apoyo que tenía y contribuía a reforzar una imagen hegemónica del llamado sanchismo.

Hasta en Galapagar

El 4M, además, deja para los anales datos muy simbólicos: ya nadie en la izquierda podrá decir que sus fracasos madrileños obedecen a una falta de movilización. Casi 8 de cada 10 madrileños fueron a los colegios electorales, en plena pandemia, en una demostración de participación que desmonta una de las grandes excusas históricas del PSOE o Podemos, supuestos dueños de una "mayoría social" que se quedaba en casa.

Ayuso ha ganado en 177 de los 179 municipios de Madrid y en todos los distritos de la capital, Vallecas incluida

Y aún hay más: Ayuso ganó en 177 de los 179 municipios de Madrid y en todos los distritos de la capital. Solo dos pequeñas localidades, El Atazar y Fuentidueña, quedaron al margen del "tsunami azul". El PP ganó incluso en Galapagar y Vallecas, dos supuestos emblemas de un discurso "antifascista" que no convenció a casi nadie.

Carabanchel, Usera, Leganés, Getafe, Alcalá de Henares, Moratalaz y tantos otros supuestos bastiones de la izquierda cayeron uno a un hasta sumar una victoria pletórica que confirma una tendencia de 30 años, a menudo olvidada por los resultados parciales de los partidos que esconden el rendimiento de los bloques y se resumen en una evidencia: en Madrid, desde hace tres décadas, el centroderecha ha cosechado triunfo tras triunfo.

Una historia de victorias

Para encontrar precedentes de la rotunda victoria de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid hay que remontarse una década. Fue en 2011, en el momento más dulce de Esperanza Aguirre. Ella logró 72 diputados y el 51.7% de los votos, doblando al PSOE.

En 2007, el porcentaje de votos fue aún mayor, llegando al 53%, pero los escaños fueron inferiores, 67, porque la población era menor y solo se repartieron 120 actas. Y la distancia con el PSOE fue enorme, pero algo inferior: de 20 puntos.

Desde 1991, y han pasado 30 años, el PP siempre ha sido el partido más votado en la Comunidad de Madrid. Con una única excepción: en 2019, en el estreno de Ayuso, Ángel Gabilondo logró ganar por primera vez para el PSOE en 28 años.

Pero hasta en esa ocasión, las siglas del centroderecha sumaron más votos y más porcentaje: bien solo el PP, bien contando a Ciudadanos o VOX…. La izquierda no gana ni gobierna en Madrid desde 1991, con una única excepción: la suma de PSOE e IU superó en porcentaje al PP de la primera Aguirre en 2003, aunque hasta en esa ocasión los populares ganaron en las urnas por ocho puntos.

En resumen: en Madrid ha variado la asignación de escaños en el centroderecha, pero no la victoria rotunda de ese bloque desde que se pagaba en pesetas. Y ni en los mejores tiempos del PSOE ha logrado vencer al PP o, la única vez que lo ha hecho, no ha podido gobernar porque todo lo que perdía el PP lo ganaban otros partidos del mismo espectro. Ahora vuelve a ser Ayuso quien se queda con el botín y proyecta a a Casado como hace tres meses parecía imposible.