Puente y Narbona serán los siguientes: Sánchez planea otra carnicería en el PSOE
El líder del PSOE no se detendrá en lo del sábado, sino que ya maquina una profunda remodelación del partido en la que no tienen hueco ni su actual presidenta ni tampoco el portavoz.
El socialismo es un manojo de nervios. Si algo ha demostrado Pedro Sánchez con la demolición del Gobierno -más que remodelación- es que nadie puede creerse intocable. Nadie salvo él mismo.
Tras la escabechina en el Ejecutivo se espera una de similares o incluso mayores proporciones en el partido con motivo del 40 Congreso Federal, que se celebrará en Valencia entre los días 15 y 17 de octubre. Aunque, de facto, la operación renove del PSOE ya ha empezado con la marcha del poderoso José Luis Ábalos, que abandona la Secretaría de Organización sin mediar palabra a la vez que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Y lo que es más extraño: a tres meses de un cónclave que se presenta crucial para la formación, ahora que los socialistas proclaman que el PSOE está de vuelta. Al menos de momento se quedan al frente del timón la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra, y el secretario de Coordinación Territorial y mano derecha de Ábalos, Santos Cerdán.
En el PSOE cruzan apuestas y los dedos
A estas alturas en Ferraz y en las baronías empiezan a cruzar apuestas... y los dedos. Y ya hay dos nombres que todos señalan como los primeros en caer de la Comisión Ejecutiva Federal del partido.Por una parte, la mismísima presidenta del PSOE, Cristina Narbona, cada vez más desdibujada en el universo sanchista. Por la otra, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que sobre el papel sigue figurando como portavoz del partido. Sobre el papel, porque no llegan a media docena las veces que ha ejercido como tal desde que fue nombrado en el verano de 2007. Su última hazaña fue llamar a Toni Cantó "mierda" a propósito de su designación como director de la Oficina del Español en la Comunidad de Madrid.
Lastra puede ser la excepción
De ahí para abajo nadie está a salvo del garrote vil de Sánchez. Nadie salvo, parece, Lastra y Cerdán. Al menos temporalmente, porque con el jefe de filas del PSOE todo es posible. Lo irónico es que Cerdán fue uno de los cerebros de la fracasada moción de censura en Murcia que ha roto por completo el tablero de la política.Él junto con Ábalos y con el desde este lunes ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, el beneficiado por la defenestración de Iván Redondo. Parecía que a él iba dirigido el mensaje que lanzó este lunes cuando asumió la cartera de manos de Carmen Calvo: "Estas cosas (el cargo de ministro) no se pueden pedir ni se deben rechazar", en alusión a la versión que circula de que Redondo pidió al presidente ser ministro de la Presidencia.