La reforma laboral ve la luz agónicamente gracias al error de un diputado del PP
Esperpento: el decreto sale adelante con 175 síes frente a 174 noes. Los dos diputados de UPN se rebelan contra su dirección. Confusión en el recuento y error en un parlamentario del PP.
Con el mismo caos con el que comenzó su tramitación ha concluido su aprobación. La reforma laboral ha salido adelante finalmente con un esperpéntico recuento, con la marcha atrás de los dos diputados de UPN que han desobedecido el mandato de su dirección, y el error en el voto telemático de un diputado del PP.
Finalmente, 175 votos a favor y 174 en contra. Meritxell Batet anunció primero el "no" al decreto -con el alborozo en los escaños de PP y Vox- pero finalmente la euforia saltó a la bancada gubernamental.
Según fuentes parlamentarias, el autor del voto fallido ha sido Alberto Casero, diputado del PP por Extremadura, que se ha confundido y ha votado sí.
Tras la polémica votación, el PP ha acusado a Batet de "cacicada", un reproche al que se ha sumado el líder de Vox, Santiago Abascal:
'Frankenstein' ha terminado desmembrado en medio de la negociación más relevante que se traía entre manos el Gobierno: la reforma laboral. Los tradicionales aliados de Sánchez han dado la espalda al proyecto más personal de Yolanda Díaz justificando su 'no' en que si gusta a la patronal y a partidos como Ciudadanos no puede es buena para la izquierda. "Es la que hubiera votado Albert Rivera", ha asegurado Gabriel Rufián desde la tribuna del Congreso.
La votación de la reforma laboral en el Pleno del Congreso de este jueves rompe, así, el bloque de investidura con el que el Sánchez llegó a la Moncloa y aprobó sus Presupuestos Generales de 2021 y 2022, ya que socios tradicionales como el PNV, ERC y Bildu han votado ahora en contra del Gobierno, algo que la propia Díaz ha calificado como "un fracaso".
Los dos diputados de UPN han desobedecido a su dirección y han votado en contra, lo que ha provocado momentos de confusión que han llevado a Batet a dar en un principio por derogada la reforma.
Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno hace dos años con el apoyo del PNV, Más País-Equo, Compromís, el BNG, Nueva Canarias y Teruel Existe, además del PSOE y Unidas Podemos, y superó la votación en segunda vuelta gracias a la abstención de ERC y de Bildu.
Ese bloque se consolidó y amplió en los primeros Presupuestos Generales, pues aunque se descolgó el BNG, tanto ERC como Bildu se sumaron al voto a favor, al igual que e Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y el PDeCAT (la parte de Junts más próxima a la antigua Convergència). Y esa holgada mayoría se repitió en los últimos Presupuestos Generales, los del presente ejercicio, aprobados el pasado diciembre.
Adiós a la mayoría de la investidura
Pero el mapa va a cambiar en esta votación del decreto de la reforma laboral pactada por los agentes sociales, y ello pese a que la vicepresidenta Yolanda Díaz y los portavoces de Unidas Podemos se marcaron como prioridad reeditar la mayoría absoluta y desdeñaba los apoyos ofrecidos por Ciudadanos.
Así, socios tradicionales como el PNV, ERC y Bildu, además del BNG, han optado por el voto en contra al decreto ley defendido por Yolanda Díaz, al igual que los independentistas de Junts y la CUP, que en su caso nunca han querido participar de la gobernabilidad del Estado.
Todas estas formaciones han confirmado 'No' junto con el PP y Vox, mientras que otros partidos que rechazaron el Gobierno de coalición han ayudado con su apoyo a que el decreto no fuera derogado. Es el caso de Ciudadanos y Coalición Canaria.
El Gobierno retiene a Más País, Compromís y PDeCAT
El Gobierno de coalición ha retenido al menos el apoyo de Más País-Equo, Compromís, PDeCAT, Nueva Canarias, Teruel Existe y el PRC, aunque dirigentes como Íñigo Errejón (Más País) o Joan Baldoví (Compromís) han avisado de que las negociaciones no se deben apurar tanto y que es necesario recuperar el bloque de investidura.
"Me entristece, se lo confieso, que la norma más importante se sustancie en debates superficiales —ha expresado Díaz desde la tribuna de oradores—, que el debate se sitúe en el campo de las rivalidades partidistas", ha reprochando a ERC y Bildu su negativa.
Aun así, pese a que 'Frankenstein' se ha desmembrado, parece que es temporal y la sutura está cerca. Los portavoces de las formaciones así lo han dejado claro, abriéndose a nuevos pactos con el Gobierno, conscientes también de lo que se juegan en sus territorios. "No se acaba el mundo, mañana tendremos que seguir hablando porque somos muy conscientes de la alternativa", ha zanjado Gabriel Rufián. Una muestra de que las alianzas de Sánchez no están rotas, sino que solo se han suspendido de forma momentánea, porque entre unos y otros, saben que se necesitan.