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Se filtra la posible fecha de la investidura de Sánchez: todo atado y planeado

Como adelantó ESdiario, tras el acuerdo con Sumar, se hablaba de la primera semana de noviembre. Fuentes socialistas filtran los dos posibles días y coinciden.

El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez.

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Raúl Puente

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Este fin de semana, mientras miles de personas llenaban las calles de ciudades como o para protestar contra la amnistía al independentismo catalán pactada con Pedro Sánchez para su investidura, este último daba el paso de defenderla públicamente. Y no lo hacía de cualquier manera. Lo hacía asegurando que lo hacía “por el bien de España”. Todo ello cuando es evidente que lo hace por interés personal y por supervivencia política.

Era el paso que le faltaba tras el acuerdo con Sumar y que teatralizó la semana pasada junto a Yolanda Díaz en el Reina Sofía de Madrid. Con estas dos premisas cumplidas -pacto cerrado con sus principales socios y admitido públicamente que va a ceder la amnistía a los separatistas catalanes- el siguiente paso es establecer la fecha de la investidura. O más bien fechas, porque ocupa dos jornadas: la del debate y la de la votación.

Cuando Sánchez y Díaz formalizaron su esperado matrimonio ya empezaron las quinielas. Y, tal y como avanzó ESdiario, todo apuntaba a que la semana elegida sería la primera de noviembre. Según ha avanzado La Sexta a raíz de informaciones de fuente socialistas, la fecha elegida concretamente serían el martes 7 de noviembre y el miércoles 8. Todo ello para que llegue ya como flamante nuevo presidente del Gobierno al Congreso del Partido Socialista Europeo en Málaga del fin de semana del 10 y 11 de ese mismo mes.

A la espera de saber lo que ha pactado concretamente Sánchez con los independentistas catalanes y salvo sorpresas, estos le darían su apoyo por lo que no necesitaría de una segunda votación y por lo tanto ese miércoles 8 el presidente en funciones perdería esa etiqueta. Recuperaría de facto el poder de La Moncloa… pero a qué precio. Sin embargo, a estas alturas ha quedado claro que el peaje a pagar al máximo dirigente socialista no le importa en absoluto.

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