Escrivá toma una decisión que llega mal y tarde con la crisis migratoria
El ministro de Inclusión y Migraciones convoca, a toro pasado, una reunión para informar de los criterios a seguir en el traslado y reubicación de inmigrantes desde Canarias.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
El oscurantismo reinante en el Gobierno en torno al traslado de inmigrantes desde Canarias a las diferentes Comunidades y ayuntamientos ha traído de cabeza durante la semana pasada a estos últimos. La falta de información desde los diferentes ministerios que gestionan este asunto molesta, y mucho, a los implicados. Ha tenido que salir José Luis Martínez-Almeida y más alcaldes de ciudades de peso para provocar la reacción, tardía, del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Este domingo el alcalde de Madrid apuntaba directamente al encargado de la cartera de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y le pedía que dejara de esconderse detrás de los delegados de Gobierno en los diferentes territorios. Su mensaje era rotundo: que aclaren los criterios que se van a seguir respecto al reparto de inmigrantes. Y es que parece que la cosa va a ir para largo y Canarias necesita esa ayuda. De eso no hay duda.
No me parece adecuado ni leal que el alcalde de Madrid no sepa cuál es el número de inmigrantes que hay en estos momentos en la ciudad ni cuáles son los recursos que se han destinado a ellos
Almeida critica que no se compartan las cifras oficiales y le exige "dar la cara delante de las comunidades autónomas y ayuntamientos". Finalmente, tras este aviso, a última hora de la jornada Escrivá daba ese paso al frente convocando una reunión informativa por videoconferencia a alcaldes de los principales municipios españoles, a la presidenta de la FEMP, María José Pelayo y a los consejeros de la Comunidades Autónomas para abordar la crisis migratoria.
Cita que será el martes y que para muchos llega tarde, ya que esta reunión hubiera tenido más sentido antes de, por ejemplo, no informar de los inmigrantes llegados en varios vuelos a la propia capital. O el caso de Medina del Campo, donde el Gobierno ha acomodado a más de 200 de ellos en el balneario de las Salinas sin avisar ni ponerse en contacto con el ayuntamiento.
Todo ello tras un fin de semana fatídico en las Canarias. El goteo constante de personas llegando en cayucos a las islas no cesa: solo este fin de semana casi 700. A esto hay que sumarle un episodio trágico, con el fallecimiento de más de 20 migrantes cuyos cadáveres, según el relato del resto, fueron arrojados al mar. Sí que llegó el cuerpo sin vida de uno de ellos: un niño de 13 años.