Marlaska, más leña al fuego: apunta ahora a guardias civiles vascos por Bildu
Interior se plantea aumentar ampliar las acciones judiciales contra ellos por criticar los pactos de Sánchez con los de Otegi. También por la alarma antiterrorista y por la crisis migratoria
Fernando Grande-Marlaska quiere acallar a los sindicatos de la Guardia Civil y no va a parar hasta conseguirlo o al menos amedrentarlos a base de consecuencias jurídicas. En las últimas horas salía a la luz la noticia de que Interior se planteaba tomar acciones legales contra el sindicato JUCIL -uno de los mayoritarios de agentes de la Benemérita- por criticar abiertamente la ley de amnistía que Sánchez ha pactado con los independentistas.
De esta manera se encendía el fuego que el propio sindicato se encargaba de avivar, acusando a Marlaska de obediencia ciega a su jefe Sánchez y afirmando que le molesta que “los guardias civiles pensemos”. Todo ello con el reciente nombramiento de Leonardo Marcos como director de la Guardia Civil, del que creen su objetivo es amedrentar e impedir la libertad de expresión.
En medio de todo este ambiente se conoce ahora que las medidas legales contra este sindicato podrían ser mayores por otras tres críticas al Ejecutivo de Sánchez también en forma de tuits. La primera contra los acuerdos del PSOE con Bildu; la segunda contra la decisión de no subir la alerta antiterrorista a 5 después de los ataques en diferentes puntos de Europa; y la tercera por criticar la forma en la que el Gobierno está reubicando a los inmigrantes desde Canarias a raíz de la crisis migratoria.
Mensajes contra Bildu, la alarma antiterrorista y el traslado de inmigrantes
En el primer caso, son las delegaciones de JUCIL en el País Vasco las que están en el punto de mira de Marlaska por mensajes en los que defienden que "Bildu es ETA" e insta a su ilegalización. Lo hacían apelando a "políticos con agallas" y a la memoria de los guardias civiles asesinados por la banda terrorista.
En el caso de JUCIL Álava también está entre la lista de tuits denunciables otro sobre la amnistía en la que aseguraban que “ceder al chantaje ante los independentistas es dar un Red Bulls a un niño hiperactivo”.
En el segundo, el de la alarma antiterrorista, apuntaban a Podemos como principal escollo para que el Ejecutivo de Sánchez no aumentara el nivel del mismo. "Marlaska rechaza elevar la alerta antiterrorista porque Podemos no quiere militares en la calle", escribía JUCIL en otro comentario en redes sociales y que ahora se estudia por ir contra esa "neutralidad" del Instituto Armado.
Y por último, el tercer caso, el del traslado de inmigrantes a la Península. En más mensajes denunciaban que se hicieran en “autobuses clandestinos” y sin saber los antecedentes de muchos de ellos debido a la urgencia por sus traslados: “No sabemos si son terroristas”.
No quieren críticas, ni disparidades. Imponen obediencia ciega
La guerra no tiene pinta de que vaya a acabar y los sindicatos de los guardias civiles anuncian que plantarán cara. Lo hicieron con la primera amenaza y lo harán con la segunda. Y es que desde JUCIL han llegado a asegurar que les llama la atención que a una institución "rodeada de casos de corrupción" lo que le preocupe sea ahora la neutralidad política de los agentes.