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Cuentas y cuentos

El cuento de las cuentas ya nos lo conocemos, aunque quieran sorprendernos con nuevas frases ocurrentes para lograr engañar a los ciudadanos.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero

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Estamos en el mes de octubre y de nuevo vemos iniciar la espiral de propaganda de la Moncloa con respecto a la presentación de los presupuestos generales del Estado. Hemos vuelto a oír a la ministra, Mª Jesús Montero, contar el mismo cuento sobre las cuentas: “Estamos ante los presupuestos más sociales de la historia”, y así llevamos desde que “la cuentista ministra” elabora las cuentas del Estado.

El cuento de las cuentas ya nos lo conocemos, aunque quieran sorprendernos con nuevas frases ocurrentes para lograr engañar a los ciudadanos, pero sin duda, todos ya nos sabemos de memoria el cuento y a los personajes.

La ministra Montero de nuevo ha presentado unos presupuestos con un cuadro económico irreal ya que se basan en un crecimiento de un 2.1% para el año 2023 que ya ha sido desmentido por el Banco de España, la OCDE y el informe de la AIREF (Autoridad independiente de responsabilidad fiscal) que reducen el crecimiento al 1.5%, igual que ocurrió con el “cuento” de los presupuestos del año 2022, que, por cierto, solo se ha podido ejecutar el 31% de las inversiones previstas hasta la fecha.

Hay que decir claro que estas cuentas no son realistas, son meramente electoralistas y que hipotecan a los españoles. Pero claro nuestra “cuentista” ministra ha procurado que las cuentas le intenten salir a su amado líder, Pedro Sánchez, en su carrera desesperada para salir del pozo electoral al que le mandan todos los meses las encuestas.

En una situación de clara recesión económica no se puede plantear un gasto que ya supone 340.000 millones de deuda pública añadida a la existente, porque está condenando a las siguientes generaciones de jóvenes que van a verse hipotecados en su futuro, sobre todo, en su posibilidad de encontrar trabajo,

Este efecto negativo sobre el empleo del cuento presupuestario tiene un capítulo inquietante, que es aquel dedicado a aumentar las cotizaciones sociales de las empresas en casi un 9%. El desenlace es claro y previsible, ya que va a producir un efecto negativo sobre el empleo y el futuro de las pensiones, en el oscuro horizonte económico del próximo año.

Pero si bien el “cuento de las cuentas” elaborado por la ministra Montero entra dentro de la sección de ciencia ficción, sí que podemos encontrar capítulos interesantes que es necesario destacar.

Uno de ellos es el regalo que la “cuentista” Montero hace a sus compañeros del gobierno, y es el dedicado al aumento del sueldo en un 4% a los ministros y ministras, cifra superior a la media del aumento del salario de los trabajadores de este país, que solo se prevé que suba alrededor de un 2.5%.

Otro capítulo interesante es el dedicado al pago de los asesores de la Moncloa. Se prevé que el año que viene estén en nómina 475 asesores para Pedro Sánchez con un coste de 18 millones de euros, añadiéndose casi 6 millones de euros para lo que se denomina en los presupuestos, “incentivos al rendimiento”, es decir, sobresueldos. A este concepto se añaden 146.000 euros en concepto de “gratificaciones” para sus asesores.

La ministra Montero ha reservado 145 millones de euros para lucimiento de su jefe, evidentemente será destinado para propaganda electoral ya que las elecciones serán, previsiblemente, a finales de 2023

Pero el capítulo más interesante es el dedicado a la presidencia de Sánchez de la Unión Europea el segundo semestre del año que viene. La ministra Montero ha reservado 145 millones de euros para lucimiento de su jefe, evidentemente será destinado para propaganda electoral ya que las elecciones serán, previsiblemente, a finales de 2023.

Así pues, estamos ante un nuevo cuento de nuestra cuentista Mª Jesús Montero, el cual no tendrá un buen final para los españoles. Pero ya se ha asegurado la ministra, que a los únicos que va a garantizar ser felices y comer perdices es a los habitantes de la Moncloa. Eso sí, hasta las próximas elecciones que sin duda se irán con el cuento a otra parte.

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