El nuevo eslogan socialista para los españoles: ¡A ti qué más te da!
Inspirado en las palabras de Patxi López cuando le preguntaban por el Tito Berni, la formación socialista parece haber adoptado como suya la frase gracias a un Sánchez alejado de la realidad
La famosa frase: ¡A ti qué más te da! acuñada por el cada vez más menguante, políticamente hablando, , en el caso de corrupción de Tito Berni, se ha convertido en el nuevo eslogan del partido socialista, que ha llevado a los militantes, un poco más de la mitad de los convocados, a decir sí al suicidio colectivo como si se tratara de una secta.
Han ido a votar asumiendo que a ellos qué más les da las consecuencias de su voto, si así se lo han indicado sus jefes. Incluso hemos visto urnas de cartón totalmente opacas, algunas sin ranura para introducir la papeleta como en la fotografía publicada por el líder socialista de Madrid.
En realidad, qué más les da si ya se han firmado los acuerdos con Bildu y ERC sin esperar el resultado de la votación, convirtiéndose la participación de los militantes simplemente como un recuento del sanchismo, que seguramente habrá tomado nota de los que han ido y los que no. Incluso el entusiasmo en las fotos subidas en las redes sociales, en eso el campeón ha sido Ximo Puig que ha sonreído hasta la saciedad en su ansia de ser ministro.
Los militantes que han participado y votado afirmativamente seguramente les da igual que se vaya a amnistiar a acusados por terrorismo ante la Audiencia Nacional, a aquellos que negociaron con la Rusia de Putin para obtener financiación para su República. También les da igual que se libren de ser juzgados aquellos que apedrearon a policías causando lesiones a muchos e incluso tres de ellos con dolencias de carácter definitivo por lo que han tenido que dejar su trabajo. A los militantes que han ido con la papeleta del sí seguramente les da igual que los que causaron daños en las calles por valor de más de tres millones de euros se vuelvan a pasear por ellas para hacer lo mismo.
Qué más da si la Guardia Civil ha concluido que la líder independentista, Marta Rovira, formaba parte del grupo clandestino “Tsunami democrático” que se organizaba para colapsar las infraestructuras estratégicas en Cataluña. ¡Qué más dará! Si total son cosas menores ante el gran logro de evitar que gobierne la derecha, los jueces sean humillados, las fuerzas y cuerpos de seguridad sean expulsadas, o el ejército del aire se tenga que ir de Navarra.
Realmente el socialismo ha hecho su propia metamorfosis kafkiana hacia un populismo de barricada. Todo igual si la casta dirigente sigue siendo dirigente, si el contrario queda tuerto aunque yo provoque mi ceguera o aunque tenga que liberar de ir a la cárcel a la muy burguesa casta dirigente independentista, devolviéndole todo el dinero que sustrajeron de las arcas públicas, incluyendo los correspondientes intereses.
Cataluña, la gran privilegiada por Sánchez
Los militantes votantes de las Comunidades con rentas más bajas han votado dar privilegios a los que van a impedir que exista una igualdad en el reparto del dinero público. En Extremadura han estado de acuerdo que se invierta en infraestructuras ferroviarias en Cataluña aunque no tengan tren en Cáceres o Badajoz. En las Castillas han votado que se den 15.000 millones de euros, más 1.300 millones, en concepto de intereses, y que solo lleguen migajas para mejorar la vida diaria en sus comunidades. Por su parte los socialistas andaluces han dicho que les da igual que sus familiares en Cataluña sean discriminados a la hora de ser educados en la lengua común.
Ha nacido en España, gracias a los militantes socialistas, la política del ¡qué más da! si hay que conseguir la investidura del querido líder a costa de despedazar la legalidad, el Estado de Derecho o la Constitución. ¡Qué más da! si los míos siguen en los sillones aunque el dinero que tiene que emplearse para que se pueda llegar a final de mes se lo lleven los independentistas para seguir financiando su golpe de Estado o los que han cometido graves delitos se libren de sentarse en el banquillo.
Los separatistas que van a ser amnistiados por los militantes socialistas quemaron 1044 contenedores, 2400 metros de asfaltos fueron destruidos, pusieron en peligro la integridad de muchos ciudadanos pacíficos, se bloquearon aeropuertos, se cortaron pasos fronterizos, se cancelaron más de un centenar de vuelos y dejaron a miles de viajeros aislados en los aeropuertos. Se cortó la AP-7, fueron cientos los policías heridos por cumplir la orden de la Justicia de evitar la comisión de delitos de desobediencia y desórdenes públicos.
El progreso que estos militantes socialistas han votado es que no se juzguen delitos de amenazas, atentado contra la autoridad, desobediencia, malversación, falsedad documental, desórdenes públicos, tenencia de explosivos, prevaricación, revelación de secretos y usurpación de funciones, incluso 12 miembros de los CDR son acusados en la Audiencia Nacional por terrorismo.
En el año 2023 se han vuelto a escuchar en las sedes socialistas el grito ¡vivan las cadenas! que se gritó en 1823 cuando Fernando VII derogó la Constitución de 1812. Doscientos años después podemos comprobar que aún hay personas que les gustan más las cadenas que la libertad. Pero a ellos ¡qué más les da!