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El independentismo contraataca: "Las amenazas no nos dan miedo"

"Feijóo, Ayuso, Aznar, no tememos los gritos de odio. Más que nunca, amnistía y referéndum", espeta Aragonés. Y Aizpurúa, de Bildu, censura el supremacismo de las derechas españolas

Protesta independentista por la cumbre hispano-francesa de enero en Barcelona

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Marta Calvo

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Descalificaciones e insultos. Esa ha sido la reacción de los independentistas ante las miles de voces que han clamado en contra de la amnistía y el mercadeo que pergeña Pedro Sánchez a cambio de un puñado de votos: los suyos. La concentración, convocada por el PP, ha sido histórica, superando todas las previsiones. Ese rechazo masivo en las calles, que denota el sentir de la población de diversos colores políticos, no ha sentado nada bien a algunos de los partidos que negocian con el Gobierno en funciones ni a este.

Uno de los primeros en reaccionar ha sido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), quien en un post escrito en la red social X (antigua Twitter) ha afirmado este domingo que "de nuevo la derecha españolista ( PP) ha paseado por Madrid su miedo a la democracia y el pánico a las libertades", en alusión a la abrumador a respuesta en contra de la amnistía, que ha vuelto a reivindicar.

"Feijóo, Ayuso, Aznar, los gritos de odio y las amenazas a nosotros no nos dan miedo", ha afirmado. "Siempre la democracia. Siempre la libertad. Más que nunca, amnistía y referéndum", ha defendido en un tuit.

Las palabras del presidente catalán revelan que la democracia y la libertad que dice defender son únicamente las que él entiende y que no acepta las de los demás y menos aun que opinen en contra de sus ideas, aunque estas aboquen a la ilegalidad.

"No sois bienvenidos"

Desde sus mismas filas, Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, se ha limitado a colgar un post con un collage de fotos sin hacer ningún comentario, pero con mensajes tan explícitos como: "No sois bienvenidos" junto a una diana. En otro, se ve el interior de un portal vandalizado con una pintada de los ultras del Frente Atlético y una esvástica, junto al dibujo de unos genitales masculinos.

En las otras dos imágenes hay una pancarta que reza: "Puigdemon a prision". A saber si Rufián quiere hacer una corrección ortográfica porque le falta la 't' al apellido del prófugo de la justicia y a prisión el acento. Y, en la última ,hay un nutrido grupo de asistentes a la concentración con banderas de España, gorras y camisetas en la que se ve un cartel que reza: "Feijóo fijo".

Por su parte, el líder de Junts, Carles Puigdemont, no había escrito nada en las redes sociales al cierre de esta noticia desde su refugio en Waterloo. Él solo quiere hablar de su libro.

Bildu: "Hay que reconocer las naciones del Estado"

Mientras, en el País Vasco, la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, en un tono a años luz de Aragonés, nada crispado, ha afirmado en Bilbao que su formación "frenará a la derecha" en la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo, "que fracasará", al tiempo que ha emplazado a abrir el debate de la territorialidad y del "reconocimiento a las naciones del Estado como forma de reconocer la plurinacionalidad". Ha aprovechado para censurar también "el supremacismo de las derechas españolas" constatado en la Cámara Baja, a su juicio, con su "intransigencia y el nulo respeto al euskera, catalán y gallego".

Ortuzar: es hora de hablar del modelo territorial del Estado con prudencia y con valentía y también de cumplir los compromisos adquiridos -en alusión a Sánchez- porque si no, no se puede pedir respaldo

Desde otro ámbito bien distinto, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha coincidido con Aizpurua al recalcar que "ha llegado la hora de hablar del modelo territorial de Estado y del reconocimiento nacional de Euskadi y Cataluña con prudencia y con valentía". Y la lanzado una advertencia al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez: "También es el momento de "cumplir los compromisos adquiridos porque si no, no se puede luego pedir respaldo". Un reproche en toda regla por los escasos réditos obtenidos, a pesar de sus apoyos al presidente en funciones.

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